El ataque sexual que sufrió una alumna de la carrera de Trabajo Social revolucionó ayer a toda la facultad de Filosofía y Letras de la UNT. El escándalo se trasladó luego a la seccional 11ª, donde la víctima estuvo casi dos horas tratando de relatar lo que había ocurrido, ya que se encontraba en estado de shock.
La joven, que tiene 20 años y cursa el segundo año de la carrera de Trabajo Social, había bajado del colectivo que la lleva a la facultad en la zona de la Terminal de Ómnibus alrededor de las 15. Desde allí, caminó por la vereda sur de la avenida Benjamín Aráoz, con destino al edificio universitario que funciona en el parque 9 de Julio.
Según denunció la víctima, un auto blanco con vidrios polarizados había comenzado a seguirla. Al llegar a la altura del arco de entrada al hipódromo -agregó-, el vehículo se detuvo frente a ella, bajó un hombre que viajaba como acompañante, la amenazó con un arma de fuego y la obligó a subir con él al rodado por la puerta de atrás.
Lo que pasó a partir de ese momento no quedó del todo claro, ya que el ataque de nervios y llanto que sufría la joven no le permitían contar con precisión lo que había sucedido. Lo que le dijo a la Policía es que el hombre armado intentó violarla y que el conductor puso en marcha el vehículo, pero no pudo ver hacia dónde la trasladaron ni qué distancia recorrieron porque le taparon los ojos. Según su relato, estuvo casi media hora dentro del vehículo. En ese lapso, los hombres la tocaron en sus partes íntimas, le rompieron la ropa y la hirieron con un arma blanca en una de sus manos y arriba del pecho izquierdo.
Finalmente, uno de los agresores abrió la puerta del auto -continuó diciendo la víctima- y arrojó los cuadernos de la joven hacia afuera. Entonces ella también salió, pero antes le hicieron un advertencia: "ya sabemos cómo son tus movimientos dentro de la facultad". Señaló que la dejaron 300 metros más adelante de donde la habían abordado, justo frente al edificio universitario. La estudiante corrió hasta llegar al baño de la facultad, donde una compañera la encontró llorando y avisó a las autoridades.
Luego todos se trasladaron a la comisaría: la víctima, su compañera, sus familiares y hasta la directora de la carrera, Inés Suayter. Después de tomarle la denuncia, los policías llevaron a la joven a un centro médico para que le hicieran los exámenes correspondientes.